LA OTRA COPA DEL BRINDIS
Al principio ella fue una serena conflagración
un rostro que no fingía ni siquiera su belleza
unas manos que de a poco inventaban un lenguaje
una piel memorable y convicta
una mirada limpia
sin traiciones
una voz que caldeaba la risa
unos labios nupciales
un brindis
es increíble pero a pesar de todo
él tuvo tiempo para decirse qué sencillo
y también no importa que el futuro sea una oscura maleza
la manera tan poco suntuaria
que escogieron sus mutuas tentaciones
fue un estupor alegre
sin culpa ni disculpa
él se sintió optimista
nutrido
renovado
tan lejos del sollozo y la nostalgia
tan cómodo en su sangre y en la de ella
tan vivo sobre el vértice de musgo
tan hallado en la espera que después del amor
salió a la noche sin luna y no importaba
sin gente y no importaba
sin dios y no importaba
a desmontar la anécdota
a componer la euforia
a recoger su parte del botín
mas su mitad de amor
se negó a ser mitad y de pronto
él sintió que sin ella sus brazos estaban tan vacíos
que sin ella sus ojos no tenían qué mirar
que sin ella su cuerpo dce ningún modo
era la otra copa del brindis
y de nuevo se dijo qué sencillo
pero ahora lamentó que el futuro fuera oscura maleza
sólo entonces pensó en ella
eligiéndola y sin dolor
sin desesperaciones
sin angustia
y sin miedo
dócilmente empezó
como otras noches
a necesitarla.
Poema de Mario Benedetti.
Sentir això d'algú i morir al instant!...y sin miedo, dócilmente, empezó como otras noches a neceitarla....bonic final, genial conte de fades!