27 enero 2007

tal vez

Tal vez no sea tan difícil, tal vez solo hace falta que grite, que mienta, que llore, que me deje caer a un vacío cada vez más profundo y lejano. Si miro a lo lejos, sólo veo una inacabable sucesión de encuentros sin sentido que me llevarán a ser más consciente de la soledad que nos rodea. Tal vez tan solo hace falta que sonría, que ilumine mi cara cada vez que algo va mal, que me vista con mi mejor traje y salga a recibir cariño plastificado. Sonrisas para recibir a cambio y sentirnos distintos (a sabiendas de no serlo). Tal vez solo hace falta que ayude a alguien a salir del bache, dejar que los problemas de otros empequeñezcan, poco a poco, mis errores vitales. Tal vez solo hace falta brindar cada fin de semana y olvidar que nunca seré quien quiero ser, que jamás sabré enfrentarme a mi misma, que jamás dejaré de mirar el mar a través de mis ojos, eso sí, sin alcanzarlo jamás. Tal vez hoy le diga a la lluvia que me moje la cara, que quiero volver a temblar, aunque esta vez ya no sea de emoción. Y es que tal vez me duele tanto perderme en mí.

18 enero 2007

quiero volver a oler el mar

Clic! Encén la llum de la tauleta de nit. És una llum de color daurat. Te dues bombetes. Una d’elles normal i corrent, de les que es rosquen amb la ma i es fonen mentre estàs llegint les últimes pàgines d’una dels capítols més interessants del llibre. L’altre, en canvi, esta recoberta i és més petita, de tal manera que només deixa sortir uns petits rajos de llum que projecten una ombra tènue a la paret. Mai encerta a la primera quina de les dues llums vol encendre. Avui la petita. No te ganes de llegir ni de observar. Finalment i després de molts dies, se sent realitzada. Segueix sent mediocre, però se sent realitza. ....................................................................................................
Qué sería de la humanidad sin corazón, sin sentimiento, sin pasión. La belleza tan solo es algo que se percibe a través del olor y las caricias son 19 copas de champán francés dispuestas a brindar por ti. A veces pienso que tal vez sería mejor volver a aquellas escaleras dónde un día creí volar. Esta vez sola, o quizá contigo. Tengo un rato para pensar en cómo seria mi vida si no soñara tan a menudo y un ratito para concluir que no valdría nada. Nada de nada, ni de ti ni de mí. Se me pasa cierta canción por la cabeza. Vuelvo a revolver las paredes mi consciencia y descubro que tengo tanto por hacer, tanto por cambiar, tanto por resolver. Creo que hoy podría haber tenido un mar de flores, pero me quedé solo con mis sueños. Debería dejar de pensar lo que digo. …………………………………………………………………………………………….....................................
Últimamente soy especialista en cambiar mis estados de ánimo. Quiero volver a oler el mar.