14 marzo 2006

12..o tal vez, 15 minutos

Sueño entre sus párpados. Hacía tan solo 12 minutos que su despertador había sonado y ya había conseguido ponerse en pie. Todo un logro a comparación con otros dias. Aún así su vieja camiseta estaba arrugada y descolorida y su pelo un tanto despeinado y algo desaliñado. Eso no cambió esa mañana.
Olió a café. Bajo las escaleras però no habia nadie. A pesar de eso, la cafetera aún rebosava humeante, no hacía ni un minuto que había sido apartada del fuego. Junto a ella se veían dos tostadas y un zumo de naranja. Calló, dejó que el silencio la envolviera, puso ese CD que sonaba mientras alguien le acariciaba la espalda la noche anterior y desayuno sentada en la mesa. Como ninguna mañana lo había hecho. Como si tuviera todo el tiempo del mundo, como si la vida se detuviera para ella.
Al notar el agua de la ducha caer sobre sus hombros una extraña olor la atrapo en un suave color lila. Alguien cambio la música.
Sus tacones sonaban paso a paso. Realmente los odiaba. Nunca había sabido llevarlos y le hacían daño. Aunque, tal vez, en su interior, sabía que le sentaban bien, que estaba bonita con ellos.
Cerro la puerta de su casa y allí estava él. El de la noche anterior y esta vez estaba de verdad, no como las otras noches. En realidad se había despertado a su lado.
Una suave sonrisa, olor a café y champú y una mirada fulminante.Siempre tan perfecta, tan sencilla, tal como la quería.
Él le paso el brazo sobre el hombro però ella se lo apartó. No dijo nada. Cojió su mano y lo besó. Sus tacones sonaron como balas hasta el final de la calle y él, poco a poco, noto el humo borroso de la cafetera. Su mirada se devaneció.
Ella abrió los ojos y respiró el aire de la ventana. Su pelo seguía desaliñado.