Deliveradamente yo. Pasa el tiempo y yo crezco y aprendo a hacer blogs, a soñar despierta, a contar tonterias sin contenido, a decir mentiras, a olvidar verdades... crecer ¡vaya un invento!
Nací un viernes por la mañana (preparada para el fin de semana), crecí un poquito y entre en la escuela, hice muchos amigos, perdí a muchos otros, celebré cumpleaños, seguí creciendo y estando entre aulas y pizarras, llegaron mis primeras fiestas y conciertos, me enamoré, me desenamoré, lloré y sonreí, aprendí a hacer campanas y a estudiar por las noches, a pensar que el mundo se puede cambiar y deprimirme después, seguí creciendo, entendí que tomar un café con alguien puede suponer un mundo, me volví a enamorar, volví a caer, sobreviví, baile hasta las 7 de la mañana, actué sobre un escenario, me levante temprano después de dormir 2 horas, me aburrí en casa, perdí tardes, trabajé, fumé sobre la hierba de mi universidad, hablé de mi futuro,...
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